El 26 de junio de 2021 será recordado por ser el primer día en que las mascarillas dejan de ser obligatorias en exteriores tras trece meses. Un largo tiempo de incertidumbre y dolor lleno de restricciones en el que las prioridades sobre las que se cimentaba el sistema cambiaron. La salud ocupó el primer plano al mismo tiempo que el consumo o el ocio iban desapareciendo. Actividades culturales como la música en directo dejaron de ser una prioridad, quedando relegada a los streamings y al lanzamiento de canciones en las diferentes plataformas de distribución.
Paradójicamente, cerca de 1000 personas recordarán la jornada mencionada como la vuelta oficial a los conciertos, eso sí, con mascarilla. Amaral apareció de forma inesperada en la escena musical de Esquivias, anunciando a comienzos de junio su participación en Las Noches de La Sagra, un ciclo de conciertos orquestado por Del Toro Management y El Planeta Sonoro y el apoyo del ayuntamiento local. El dúo zaragozano dio el comienzo a una iniciativa que traerá más artistas durante la temporada estival (menos populares, pero no con menos calidad) y que será un termómetro perfecto para medir dos tendencias post-covid aún difusas; ¿Es posible la celebración de macro-eventos sin incrementar los ingresos hospitalarios? ¿Los pueblos pueden convertirse en motores culturales, acogiendo festivales y/o eventos más familiares y sostenibles?
Amaral incendia la noche sagreña: «Al final nos van a tener que echar de Esquivias»
Era acercarse a la Plaza de Toros de Esquivias y sentir que no era una noche más. Se respiraba alegría y ganas de festejar. Parecía que lo más importante no era que Amaral tocara esa noche sino asistir a un cambio de paradigma, a un hito que unía a cada uno de los asistentes. Sin embargo esto no quita que la noche del sábado estuviera repleta de fans incondicionales de la banda. Además de vecinos sagreños, cientos de personas de Madrid o Toledo acudieron para revivir un show que todavía no han podido disfrutar en sus ciudades.
Una vez dentro, los reencuentros en la grada retrasaban el momento al que todo espectador debía enfrentarse, posar el trasero sobre el asiento hasta que acabara el concierto (claro que uno podía ir al baño). Minutos después de las 22:00 Amaral salía al escenario sin mediar palabra, directos a la interpretación. Como segundo tema elegían el archiconocido «El universo sobre sí» para calentar al público antes de dedicarles unas palabras: «Os echábamos muchísimo de menos, vuestro feedback, vuestro cariño. Es muy emocionante teneros aquí hoy en el primer día que empezamos a dar pasitos hacia adelante y estar en el escenario celebrando la vida, el amor y la suerte que tenemos».
Solo un par de canciones más mantuvieron la intimidad de Juan Aguirre y Eva María Amaral, que llenaron progresivamente la tarima con artistas invitados. Alex Moreno (batería), Ricardo Esteban (bajo), Laura Rubio (fondo voz) y por último Tomás Virgós (teclados) completaron el elenco de un concierto en acústico algo inusual, mucho más grandilocuente de lo normal para un formato de estas características: «Tras estar mucho tiempo sin dar conciertos, bueno muy poquitos, hoy queríamos tener con nosotros a varios amigos en esta noche especial. Tenemos muchos temas y pensamos tocarlos todos, al final nos van a tener que echar de Esquivias hoy», apuntaba la líder del grupo entre risas.

Una hora y cuarto de concierto y la sensación era de que apenas habían pasado unos minutos. Las pocas interrupciones de los artistas y el estar desentrenado como público hicieron que la noche fuera apenas un aperitivo de lo que esperamos que sea el futuro. Eva Amaral se despidió del público para a continuación anunciar que tras bajar del escenario, el concierto se reanudaría segundos después. Dicho y hecho. Después de tanto tiempo uno no se puede arriesgar a que no le pidan bises y quedarse sin agotar todo el material. Regresaban con Juan a la voz en solitario, que se emocionaba al introducir ‘Tardes’. Aseguró que su compañera interpretaba mucho mejor la pieza pero que él lo haría lo mejor posible. Modestias aparte, el dúo con casi 30 años a sus espaldas, prosiguió apelando al instinto animal con canciones como ‘Halconera’ o ‘Hacia lo salvaje’, cantos a la libertad cantados con especial rabia y ahínco por la cantante maña, que marcaron el clímax de la actuación.
Un bis más y concluía la primera entrega de Las Noches de La Sagra entre aplausos y vítores de los espectadores. A pesar de la euforia general, es fácil percibir que un millar de personas son pocas para espectáculos de gran calado acostumbrados a llenar estadios enteros. Aún así, el 26 de junio de 2021 fue una pequeña victoria para el mundo del ocio y un gran paso para la cultura en La Sagra. Aún quedan ‘días de verano’ para disfrutar la noche de nuevo.
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[…] Hacerlo mientras una pandemia zarandea toda la sociedad que conocíamos hasta ahora es una proeza. Amaral, Mr. Kilombo, Guiu Cortés (El niño de la hipoteca), Jack Bisonte, Siloé, La habitación roja, […]
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