Por: Iván Arroyo
El pasado sábado comenzaron los conciertos del festival Numancia Suena que nos ofrecerá numerosas actuaciones (una o dos cada fin de semana) desde ahora hasta que lleguen las fiestas de Navidad. Numancia Suena es una iniciativa impulsada por el ayuntamiento de Numancia de La Sagra y Senda Producciones que está respaldada por varios patrocinadores locales, entre los que destaca Cervezas La Sagra.

La concejal de cultura del Ayuntamiento de Numancia, Eva Dono, nos cuenta que desde el Ayuntamiento se pretende con estos conciertos contribuir a que el sector de la cultura y la sociedad en general «vayamos para adelante y retomemos nuestras vidas con la mayora alegría posible después de los meses tan difíciles que hemos vivido».
El cartel del festival es amplio e incluye bandas y artistas populares y consolidados de varios estilos de música diferente, en un intento de que todos los vecinos y vecinas se sientan invitadas a participar de la iniciativa.

Abrieron la noche y el festival el grupo rockero local «Lucky Strikewalker» que hicieron de teloneros de los míticos «Porretas». La noche comenzó con la famosa intro del «equipo A» que presentó a los integrantes de la banda sagreña que ofrecieron al público un adelanto de lo que será su nuevo disco «La gran estafa del Rock&Roll». Los Lucky caldearon de maravilla el ambiente para el plato principal de la noche; Ángel, Conrado, Juanfran y Daniel ofrecieron un espectáculo descarado, divertido y caradura, donde fueron presentando sus nuevos temas como «La gran estafa del Rock&Roll», que da nombre a su nuevo disco, mezclados con otros ya míticos de la banda como su «¡Qué vida más perra!». Un gran acierto que un grupo local abriese el escenario de esta iniciativa que fue agradecido tanto por los integrantes de Lucky en varias ocasiones, como por el público, entregado con la banda, sus temas y el carisma de su vocalista, Daniel Mancebo, al que el público local -entregadísimo- no paró de corear y lanzar ropa interior.
A continuación, Los Porretas, demostraron una vez más que los viejos rockeros siguen en pie ¡y cómo lo agradeció el público! Los Lucky dejaron a la audiencia ya caldeada para el trallazo de guitarreo que vino después. Con tintes de ska y rock garajero, Los Porretas pusieron a todo el público a dar saltos y corear los grandes éxitos de la banda como «Pongamos que hablo de Madrid» y «Joder qué cruz» entre muchas otras. Mucho guitarreo, ruido y acabado con aspecto de «en bruto» que sin embargo sonaba de maravilla e intercalaba rifs de grandes clásicos como el Réquiem de Fouré o el Hotel California de los Eagels en las transiciones.

Los/as que vivieron la noche del sábado en el «Numancia Suena» coincidirán conmigo en que fue una noche divertida, ruidosa y cervecera que nos hizo disfrutar en colectivo con lo mejor del rock obrero, reivindicativo y juerguista. Como bien dijo en algún momento el vocalista de Los Porretas «¡Anda que no teníamos ya ganas de esto!» refiriéndose a conciertos en vivo donde se pudiese bailar y no estar sentado. Y hablaba tanto por la banda, como por el público, claro está.
Los conciertos siguen en las próximas semanas. Entre los/as artistas confirmados/as están Andy y Lucas, Danza invisible, La Húngara, Asfalto, Ñu, Momo con su homenaje a Queen y Saratoga, entre otros/as. Desde luego, una muy buena iniciativa de proximidad para pasar los sábado noche de las próximas semanas.

El festival se celebra en una amplia carpa en el encuentro entre la calle Mediodía y la calle Esquivias de Numancia de La Sagra; este recinto permite una numerosa participación al tiempo que también pueden observarse medidas de distancia personal y renovación del aire. La carpa cuenta con parking gratuito cercano y varias barras de bebida y comida y merchan. Eso sí, si vienes, vente abrigado/a, porque la carpa, la música y el bar solo mitigan una parte del frío del invierno que ya tenemos encima.
Por ponerle un pero, necesario especialmente desde un medio medioambientalmente responsable como es La Villana, mucho vaso de plástico y lata que confío en que se gestionasen después adecuadamente… y lo que no molaba tanto era que se pudiese fumar dentro del recinto y sobre todo que todas esas colillas terminasen en el suelo cercano al arroyo de Gansarinos. No solo tema de la organización, sino de un público que ha de aprender a ser capaz de pasarlo bomba sin dejar de cuidar las cosas que importan. Ojo con esto porque en ningún caso el rock&roll tendría que estar reñido con el cuidado del medioambiente.
En cualquier caso, Numancia Suena es un festival atípico, que en lugar de concentrarse durante unos días, se extiende a lo largo de los fines de semana de dos meses seguidos; y que en lugar de concentrarse en un solo tipo de música apuesta por la variedad y la calidad musical para ofrecer a los vecinos y vecinas de Numancia y de toda La Sagra; los precios son populares desde 10 a 20 euros, dependiendo de si eres vecino/a del pueblo y si compras la entrada por adelantado. Muy recomendable como plan para los próximos findes.