¿Se puede luchar contra la emergencia climática desde la Sagra?

Artículo escrito por Fran Rodríguez

El ser humano se ha enfrentado más de una vez a desafíos que amenazaban la vida y el futuro de millones de personas. Nuestras sociedades, nuestras civilizaciones se van volviendo más complejas e interrelacionadas a cada día que pasa, por ello, los acontecimientos, guerras, tendencias filosóficas y formas de ver la vida tienden cada vez más a la categoría de mundiales, de globales, de planetarios.

Guerras mundiales, pandemias, ascenso de ideologías fanáticas que ponen en riesgo la democracia en todos los países… todo y más que vendrá, extremadamente preocupante. Pero nada comparable a lo que muchos queremos llamar emergencia climática. Olvidemos ya la palabra cambio, que llama a una tendencia contra la que no se puede luchar: el clima cambia, qué le vamos a hacer.


El ser humano no afronta ningún reto que afecte tanto a su supervivencia como especie, al menos como civilización medianamente organizada, que esta emergencia climática. Bueno, la guerra nuclear claro, que seguirá como velada amenaza mientras los gallitos de nuestro mundo se peleen en Ucrania, Taiwán, o donde decidan en el futuro próximo. Será esta amenaza lo que marque nuestra vida en el futuro y, sobre todo la de nuestros hijos, nietos y más. No quiero extenderme en este artículo sobre sus consecuencias en nuestro país, y sobre todo en la región que habita nuestra comarca de la Sagra: Castilla la Mancha. Pero si haré referencia a lo que todos ya estamos viendo y percibiendo y viviremos en el futuro más cercano.


-Olas de calor cada vez más extremo y prolongado. Los problemas de salud en la población vulnerable serán cada vez más evidentes.
-Periodos de sequía cada vez más prolongados. El estrés hídrico es y va a ser lanorma en nuestras vidas, aunque aún no percibamos del todo sus efectos, más allá de subidas puntuales de precios.
-Paulatina desertificación de nuestro suelo. ¿Ves las calimas que nos llegan del Sahara?, pues acostúmbrate.
-Gravísimos problemas por tanto en nuestro sector agrícola y nuestra alimentación. ¿Podremos seguir produciendo vino o cerveza? ¿Se lo estará preguntando hasta tu cuñado en el bar?
-Llegada de refugiados climáticos cuando países de nuestro entorno cercano comienzan a colapsar.


Si quieres ahondar en el tema te dejo dos enlaces sumamente interesantes sobre el probable futuro cercano que nos acecha:
Así afectará el cambio climático a España
Cambio climático en el medio rural de Castilla la Mancha

Hasta aquí los antecedentes y el contexto en el que nos vamos a mover desde ya, hasta el fin de nuestros días. Me gustaría que algo quedara claro: la emergencia climática es algo que ya no podemos evitar y a lo que hay que acostumbrarse. Y no quiero decir con ello que no podamos hacer algo para evitar el negro futuro, podemos
y debemos hacerlo. Pero no veremos sus efectos positivos en nuestra vida, al menos la mía que voy peinando canas. Claro que hay que hacer algo, hay que hacer lo posible y lo imposible, porque nuestros descendientes no se merecen el planeta que les hemos preparado.


Entonces la pregunta que quiero plantear es la de título: ¿Se puede luchar contra la emergencia climática desde la comarca de la Sagra? Yo creo que sí, creo que se puede luchar contra sus efectos, mitigarlos a nivel local, y ayudar a combatir así la emergencia a nivel global. Veamos:


Ahorro energético
Porque antes de pensar en proyectos energéticos de gran envergadura, creo que lo más lógico es empezar a pensar en si ahorramos suficiente energía (y Euros) en nuestros edificios públicos. En la mayoría de ellos se puede, y debe, hacer un esfuerzo de remodelación e instalar dispositivos de ahorro energético como, luces de presencia o cisternas de bajo consumo. Pero son cosas elementales de un coste no excesivo, seguro que los gobernantes salidos de la próxima cita electoral, sabrán ponerse al día.

Sostenibilidad en la generación de energía
Si, es cierto que los planes de la Unión Europea viajan en esa dirección, ya sabemos que los combustibles fósiles son malos (y además se acaban, que de eso apenas se habla en la tele, pero tiene mucho que ver con lo que estamos viendo). Estamos viendo en la zona multitud de anuncios de grandes proyectos de energía solar, ya sabemos que la Diputación de Toledo ha de empezar un plan para “solarizar” los edificios públicos de nuestros ayuntamientos. Yo propongo dar un paso más:


Creación de comunidades energéticas locales, normalmente en forma de cooperativa, para acercar la generación de energías renovables de todo tipo a los ciudadanos e instituciones locales. Con ello, la Sagra logrará:
-Ganar en soberanía energética respecto de grandes intereses nacionales e internacionales
-Acercar las decisiones vitales en algo tan decisivo como la energía a nuestras comunidades, democratizar
-Lucha contra el lucro excesivo que generan las multinacionales
-Combatir la pobreza energética y consiguiente exclusión social de muchos de nuestros vecinos
-Creación de empleo local y de calidad
Y hacerlo en forma de cooperativa pero con un claro impulso desde los ayuntamientos y demás instituciones concernidas de la provincia o de nuestra comarca, porque eso impulsará decisivamente las iniciativas que se empiecen a llevar a cabo. Puedes saber más sobre comunidades energéticas, siguiendo este enlace. Más árboles, más sombra, más frescura y menos grados. Fíjate que fórmula más sencilla, y nosotros dándole tanto peso al pensamiento mágico-tecnológico imperante.


Creo que es necesario un plan mancomunado de reverdecimiento de la Sagra, pero también, que los distintos ayuntamientos que la conforman, vean en el árbol el aparato creador de oxígeno y vida que es. Más plazas vivas, más zonas verdes y más arboleda rodeando nuestros municipios, son sinónimo de más frescura en nuestras noches y menos grados en nuestros días.


Aprovechamiento de las aguas pluviales

Hoy día cuando llueve, ¿que pasa?:
-En el campo hace su buena función, limpia y provee de vida las cosechas, es
absorbido por la tierra y rueda hacía los ríos, los embalses y el mar. Ciclo natural.
-En nuestros pueblos y ciudades, riega los jardines y macetas, limpia el ambiente y
las calles (y mi coche, menos mal). Y recorre impertérrito el asfalto hasta las alcantarillas, la depuradora y los canales y ríos.


¿Qué creo que deberíamos hacer?
Aprovechar el agua que, cada vez menos, cae del cielo. Canalizarlo y almacenarlo para luego regar los jardines municipales. Esto ayudaría a rebajar la factura del agua (y depuradora) de nuestros ayuntamientos, mientras aprovechamos un recurso que cae del cielo y nos va a ser cada vez más necesario.


Planes de movilidad compartida
Bajo este pomposo título, tan solo propongo que en los distintos pueblos (o incluso de manera mancomunada) se adquieran coches eléctricos de uso compartido. Vehículos de titularidad municipal (o de cooperativas creadas para el efecto o para comunidades energéticas) y que los usuarios registrados, usen.
Naturalmente que los usuarios solicitarían su uso de antemano y pagarían por el mismo, esto lo facilitan las modernas tecnologías en forma de aplicaciones informáticas.

Y hasta aquí, y con estos cinco puntos realistas y posibles, hago mi aportación a un debate que creo, debería de estar entre los temas a resolver en las próximas elecciones locales y autonómicas. Puede que no estés de acuerdo con estas propuestas, o que quieras hacer tu mism@ alguna aportación, estaré encantado de leerlas en los comentarios.

Muchas gracias por tu atención

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