Fumarnos el futuro

Escrito por: María Díaz Durillo

Parece ser que en los últimos años las colillas se han convertido en la principal fuente de basura mundial. En el mundo se descartan casi 6 billones de ellas a lo largo de un año, se trata de aproximadamente del 30% de la basura mundial. En España se fuman más de 2.000 millones de cajetillas de tabaco al año, con que sólo la mitad de esos cigarrillos se descarten sin pensar, imagina el impacto: ¡toneladas de colillas al año descartadas en la naturaleza!

Es muy desagradable e inconsciente cuando alguien, muy alegremente y como si fuera una acción muy moderna o muy elegante, tira sus colillas al suelo y con una gracia, propia de academia de baile, apaga la colilla con la punta del pie con giros armónicos en semicírculo y deja ahí un regalo envenenado (literalmente) para toda la comunidad de alrededor. También, se añade a esto el horrible gesto de arrojar este resto por la ventanilla del coche hacia la carretera que, en la mayoría de las ocasiones, está cerca del campo y puede arder fácilmente. Además de implicar multas de hasta 200 euros y 4 puntos del carnet de conducir.

Esas colillas tiradas en la calle (no te digo más las que se tiran directamente en el campo, en la playa, o los los ríos) terminan siempre, de una forma u otra, en contacto con agua. Este agua disuelve la colilla y libera los tóxicos que se han almacenado en ella cuando su amable usuario/a se ha fumado el cigarrillo. Entre las sustancias que se liberan están la nicotina y el alquitrán altamente tóxicas, junto con otras muchas presentes en cada cigarrillo. Todas estas sustancias van liberándose poco a poco a lo largo de los doce años que tarda en desaparecer una colilla. Doce años, doce, contaminando el agua o la tierra en el que ha terminado hasta que se desintegra por completo. Hay estudios que indican que una sola colilla puede llegar a contaminar ocho litros de agua de mar y hasta 50 litros de agua potable.

Por si las visitas al supermercado y la comida procesada nos hacen olvidar de dónde vienen los alimentos que comemos, voy a recordar aquí que ese agua y esa tierra contaminadas por los tóxicos del tabaco son después el agua y la tierra que hacen crecer los alimentos que nos comemos y a los que se van traspasando los tóxicos en ellas presentes. Y desde el agua y el suelo, pasando por los alimentos, nos llegan devueltos esos tóxicos que ingerimos siguiendo el ciclo natural de la vida.a780fc20fa663d26197782494bfec89f

Por eso, si fumas, piensa muy bien dónde pones tu siguiente colilla… y la siguiente, y la siguiente, y la siguiente… Piénsalo especialmente si estás de vacaciones, en la naturaleza, el campo, el río o la playa; los espacios naturales, la calle, no son tu cenicero particular. Hazte responsable de tu basura y lleva tu cenicero portátil contigo. Deshazte de tus colillas en lugares adecuados y estarás haciendo un gran bien tanto a ti mismo/a, como al resto de seres vivos con los que compartes planeta.

Aquí podemos colaborar poniendo el valor la recogida de colillas en nuestras playas, ya que un solo cigarrillo contamina más de 200 litros de agua. ¡Imagina si fuera un paquete completo! Recogida de colillas en las playas

La presente generación de personas, así como las generaciones futuras, por adelantado, te damos las gracias por tu contribución a hacer de la Tierra un planeta habitable durante muchos más siglos.

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Un comentario

  1. Completamente de acuerdo. No tirar nada al suelo debería de ser el primer mandamiento para una vida sana. Las colillas en el suelo son ese claro ejemplo de actos automáticos que debemos pasar por nuestra conciencia. El daño que esto produce es ignorado por la mayoría.
    Gracias.

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