
El teatro se ha demostrado a sí mismo como una potente herramienta concienciadora y por ende transformadora a lo largo de la historia. A través de la vivencia en la piel de diferentes personajes, la humanidad ha ido trabajando la empatía y la inteligencia emocional en cada escena construida. En 1974, se publicaba «teatro del Oprimido» de Augusto Boal, como una de las obras de referencia del poder de transformación social del teatro. A través de su obra, Boal nos explica cómo vivenciar las diferentes opresiones sociales a través de la puesta en escena, nos ayuda a construir no sólo empatía con los diferentes grupos e individuos oprimidos, sino también nos ayuda a pensar colectivamente diferentes escenarios de superación de opresiones sistémicas y sociales.

El diálogo social abierto a través de la escenificación a través de herramientas como el Teatro Foro, es un espacio de reflexión y experimentación colectiva que nos permite explorar soluciones viables inéditas, favoreciendo el intercambio de ideas y un espacio seguro para la experimentación de cambios sociales y sus diferentes riesgos e implicaciones.
Numerosos estudios han demostrado los beneficios asociados al trabajo social a través del teatro como en el caso de Moreno, 2016; Vega, 2009; Forcadas, 2012 donde se resalta que a nivel grupal y comunitario, el teatro del oprimido favorece la cohesión social, el sentimiento de pertenencia y solidaridad, fomenta sentimientos de empatía y el respeto mutuo al tiempo que crea conciencia de la capacidad personal de transformar la realidad que vivimos y, sobre todo, de la fuerza de la ciudadanía unida. Permite pasar de la vivencia personal a la compartida, analizar y entender todas las posiciones del conflicto y dónde se puede producir el cambio para superarlo.
En el caso de Proyecto Kieu, el teatro ha sido nuestro motor desde los propios cimientos de la asociación, creándose el colectivo a través de las presentaciones teatrales de Historia del agua donde reflexionábamos sobre la trata de personas y la esclavitud sexual. Este espacio de encuentro favoreció entonces el acercamiento y conexión que hicieron posibles las diferentes iniciativas que dieron lugar a Proyecto Kieu. Otro de los grandes hitos de la asociación vino de la mano de Roadshow to Europe, proyecto a través del cual favorecimos un amplio diálogo con la población joven de nuestra comarca sobre la participación democrática a nivel europeo. Durante varios meses, trabajamos y entendimos las dificultades de participación de la población joven de nuestra región, así como co-diseñamos estrategias para el aumento de la participación y la concienciación sobre las funciones y relevancia de las políticas europeas en la vida cotidiana. Tanto el proceso creativo con los participantes como las presentaciones publicas, trajeron a tono debates entre diferentes sectores sociales, que hubieran sido muy complicados de realizarse en un contexto de cada vez mayor «efecto burbuja» en redes sociales.
En 2024/25, el proyecto Piel con Piel ( una iniciativa juvenil impulsada para erradicar la violencia machista, con un enfoque especial en la prevención de la trata de personas con fines de explotación sexual, que nace como respuesta a necesidades urgentes del tejido social y cultural de la ciudad de Madrid; y dirigido por la compañía Calatea ) en el que hemos participado, nos ha permitido constatar una vez más la eficacia del teatro como herramienta de transformación social, brindando la oportunidad de conectar con 11 jóvenes para trabajar sobre los tipos de violencias que estos sufren o ven a diario en su entorno, así como problemáticas de inclusión de personas con discapacidad, trabajar el autoconocimiento, la empatía y hacer un diagnóstico social basado en el proceso de creación y presentaciones.

Este proyecto, a parte de en Yuncos, se realizó a la vez en dos municipios de Navarra, un instituto de Barcelona y otro de Usera y el Centro Joven de Coslada, donde cada grupo trajo su realidad e intereses de trabajo sobre las violencias estructurales que sufre el colectivo adolescente/joven.
Todo este trabajo de meses, de noviembre del 2024 hasta abril del 2025, se materializó en un festival en Coslada, donde todos los grupos pudieron exponer las piezas que habían trabajado y un festival más pequeño en los diferentes municipios del proyecto donde cada grupo pudo enseñar sus piezas a sus amigos/as, familiares y vecinos/as.
Después de cada una de estas actuaciones se mantuvieron coloquios con los diferentes públicos para poder hablar sobre cosas que habían aparecido en las representaciones, desde violencia dentro del seno de las familias, violencia por razones de nacionalidad o contar con capacidades cognitivas no normativas, tipos de violencias y soluciones dentro de los centros educativos, violencias machistas y la trata de personas con fines de explotación sexual.
Una vez más conseguimos y constatamos que el teatro es una herramienta que acerca a la población la lucha y defensa de los derechos humanos, ya sea participando en la creación o asistiendo como público.
Gracias a los resultados obtenidos con la población, el proyecto Piel con Piel edición la Sagra seguirá en nuestra comarca a partir del siguiente curso escolar con un nuevo grupo de gente joven.
Os dejamos además, las redes de Calatea para que podáis conocer otros proyectos relacionados con la creación teatral:
#PielconPiel #Teatro #Calatea
Proyecto financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores Unión Europea y Cooperación
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