
La infraestructura ciclista se ha convertido en un pilar fundamental para la movilidad sostenible y la calidad de vida en las ciudades modernas. Mientras que en algunos lugares del mundo, como Ámsterdam, el uso de la bicicleta es una parte integral del día a día gracias a una red extensa y bien planificada de carriles bici, en otras regiones aún queda mucho por hacer. Este es el caso de La Sagra, una comarca situada entre Madrid y Toledo. A pesar de su proximidad a la capital española y de su crecimiento demográfico e industrial, La Sagra enfrenta desafíos significativos en el desarrollo de infraestructuras adecuadas para ciclistas.
La infraestructura ciclista en La Sagra está en desarrollo, con una creciente atención a la promoción del ciclismo como medio de transporte sostenible y recreativo. Sin embargo, el nivel de desarrollo puede variar considerablemente entre los diferentes municipios de la comarca. Algunas localidades, como Illescas y Seseña, han comenzado a desarrollar carriles bici y rutas ciclistas para fomentar el uso de la bicicleta. Además, la región ofrece rutas naturales atractivas para el cicloturismo, aprovechando los paisajes y la geografía de la comarca. No obstante, estos esfuerzos son insuficientes.
Podemos inspirarnos en la ciudad de Ámsterdam, conocida como el paraíso de las bicicletas. Ámsterdam es hoy un modelo mundial de movilidad ciclista, pero hasta finales de los años 60, sus calles estaban llenas de coches, como muchas ciudades actuales. El crecimiento económico impulsó la compra masiva de automóviles, causando congestión, contaminación y muchos accidentes, con 3,000 muertes en 1970, de las cuales 450 eran niños.
Las protestas bajo el lema «Stop Kindermoord» (paren el asesinato de niños) y la crisis del petróleo de 1973, que disparó los precios de los combustibles, llevaron al gobierno a promover la bicicleta como transporte sostenible. Ámsterdam y otras ciudades neerlandesas desarrollaron una extensa red de carriles bici, haciendo que hoy el 60% de sus habitantes se desplacen en bicicleta a diario. Esta transformación es un ejemplo para otras ciudades que buscan mejorar su movilidad sostenible.

Foto de Emma Harrisova en Unsplash
Además, Ámsterdam sigue desarrollándose en este campo con la creación de infraestructuras especializadas para facilitar los desplazamientos en bicicleta. En 2023, se inauguraron dos nuevos aparcamientos para bicicletas, ambos situados bajo el agua. Juntos, ofrecen espacio para unas 11,000 bicicletas, convirtiéndose en la mayor instalación de este tipo en la capital neerlandesa. Este innovador uso del espacio refleja la tradición holandesa de planificación urbana creativa para optimizar el espacio.
La Sagra tiene un largo camino por recorrer para alcanzar el nivel de infraestructura ciclista de Ámsterdam. Mientras que Ámsterdam sirve como un modelo de lo que es posible lograr con una planificación y un compromiso adecuados, La Sagra necesita aumentar significativamente sus esfuerzos en desarrollar una red ciclista segura, conectada y accesible para todos sus ciudadanos. Con la inversión adecuada y una visión a largo plazo, La Sagra podría convertirse en una región más amigable para los ciclistas, promoviendo una movilidad más sostenible y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
Redactado Por: Gregory Sans
Proyecto financiado por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.
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